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Espeto, ¿qué es?

Una antigua barca rellena de arena es el lugar ideal para hacer una espetada. Los fenicios y romanos ya utilizaban sus embarcaciones para asar el pescado en la orilla del mar. Espeto, ¿qué es? Te lo contamos.

Seguro que si has visitado la costa de Málaga u otros puntos del litoral andaluz has podido ver pescados ensartados en una caña y cocinados a la brasa. En resumidas cuentas eso es un espeto. El espeto es una forma de cocinar el pescado – algunas carnes también se espetan- típica de Málaga y consiste en asar el pescado clavado en una caña. Hasta aquí parece todo muy sencillo, pero tiene su “guasa”, como dirían por el sur.

Lo primero que necesitas para preparar un espeto es la materia prima, las sardinas. Como dicen los pescadores: “las mejores sardinas, de virgen a virgen”, es decir desde la Virgen del Carmen (16 de julio) a la Virgen de la Victoria (8 de septiembre). Durante este tiempo la sardina acumula una capa de grasa más gruesa que hace al pescado más sabroso y delicado. Selecciona las sardinas de tamaño pequeño o mediano e intenta que todas sean lo más iguales posible.

Antes de espetar las sardinas es necesario que las tengas en hielo para, además de mantenerlas frescas, conseguir que se endurezca la sardina para que sea más fácil ensartarla en la caña sin que se te rompa. No es necesario limpiar las sardinas pero sí rocíalas con un puñado de sal gorda.

Ahora selecciona la caña. Tiene que ser afilada y estar muy limpia y si está verde mejor porque resistirá más el calor.

Para el fuego es mejor utilizar madera de encina o de olivo que tiene mayor poder calórico y además le aportará un toque especial ahumado.

Come con los dedos

Coge la sardina y clávala por el lomo, por debajo de la espina, con la raspa hacia abajo y coloca los espetos acero inoxidable  inclinado hacia las brasas. Esta es la parte que primero debe asarse para que al darle la vuelta la raspa aguante la sardina y no se caiga. No es necesario acercarlas demasiado la fuego y el lado correcto de colocarlas es a barlovento, para que el aire sople en dirección al fuego y no hacia el espeto para que este no se queme. Lo que se busca es que el calor funda la grasa de la sardina y se cocinen solas sin que se achicharren con la llama.

El tiempo recomendado al fuego es de uno cuatro minutos, cuando veas que están doraditas y el ojo haya tornado a un color blanquecino…dales la vuelta. Cocina otros cuatro minutos y ya están listas para comer.

No seas remilgado y no utilices cubiertos, un espeto sabe mucho mejor si lo comes con las manos. No olvides acompañarlo de un vino blanco bien fresquito, un tinto de verano o de una cerveza bien fría. Por último…chúpate los dedos…